Cómo realizar el cierre contable paso a paso

Las empresas necesitan estar al tanto de la evolución de sus finanzas, no solo para saber si avanzan hacia la consecución de sus objetivos, sino también para cumplir con sus obligaciones con Hacienda. Por eso, realizar el cierre contable de forma correcta es algo absolutamente imprescindible en cualquier tipo de negocio.

 

Qué es el cierre contable

El cierre contable es un proceso crítico dentro del control financiero. Pone fin a un ejercicio económico y se vuelve fundamental de cara a la toma de decisiones estratégicas, e incluso para la presentación de informes ante posibles inversores. Así como para cumplir con las obligaciones fiscales.

A través de este proceso se cuadran las cuentas de la empresa dentro de un ejercicio contable. Para ello, se tienen en cuenta los ingresos, los gastos, los costes de venta y los factores de producción.

Es importante porque a través del cierre contable se conoce la situación actual de la empresa, se cancelan todas las cuentas del ejercicio y se pueden analizar los resultados para ver si ha habido beneficios o pérdidas durante el período de referencia.

Cuándo se cierra el año contable

El ejercicio económico de las empresas suele coincidir con el año natural y, por tanto, se extiende del 1 de enero al 31 de diciembre. El cierre contable debe coincidir con el último día del año.

Para las actividades del año 2023, las empresas tendrán que hacer su cierre contable el 31 de diciembre de 2023, y luego formular sus cuentas entre el 1 de enero y el 31 de marzo de 2024. Después, deben cumplir otras obligaciones, como legalizar los libros contables hasta el 30 de abril y depositar sus cuentas anuales en el Registro Mercantil hasta el 30 de julio.

Pasos para realizar el cierre contable

Para poder cerrar el ejercicio, las cuentas deben estar bien cuadradas y todas las cifras deben coincidir. Si se ha tenido la precaución de gestionar bien la información, los datos estarán disponibles y actualizados en el momento de cerrar el ejercicio económico.

No obstante, los pasos a seguir para realizar un cierre contable son los siguientes:

Revisión de los libros contables obligatorios

Lo primero que hay que hacer es revisar los libros contables que son obligatorios según la legislación vigente. Se supervisa que no falte nada de información y que toda la que consta es correcta. Para ello, se evalúan a fondo:

• Libro de inventarios y cuentas anuales, que tiene que incluir un balance de situación inicial, un balance de sumas y saldos, un inventario de cierre del ejercicio y las cuentas anuales con sus correspondientes informes.
• Libro diario, que registra las operaciones llevadas a cabo por la empresa cada día.

Balance de sumas y saldos

Este es uno de los pasos más importantes para una buena contabilidad financiera. Implica revisar las sumas del debe y el haber de las diferentes cuentas contables y asegurarse de que los saldos coinciden con lo que se describe en el libro diario. Si se detecta algún error hay que llevar a cabo su corrección para conseguir la conciliación con el libro mayor.

Revisar la adaptación al Plan General Contable

A continuación se supervisa que no haya ningún error con respecto al Plan General Contable. Este recoge una serie de elementos que deben formar parte sí o sí de la contabilidad de las empresas. La revisión consiste en asegurarse de que no existe ningún error en alguno de ellos.

Recuento de existencias

Sirve para conocer cuántas unidades compradas han quedado sin consumir. Al restar el número de existencias no consumidas al número de existencias compradas, el resultado debe coincidir con el stock que tiene la empresa en el momento de hacer el cálculo. 

Reclasificar deudas y créditos

Al cerrarse la contabilidad de la empresa, las deudas y créditos pendientes que hay que abonar o cobrar en los próximos 12 meses pasarán al siguiente año contable como deudas a corto plazo.

Regularizar asiento de pérdidas y ganancias

Implica revisar las cuentas de compras y gastos, ventas e ingresos, gastos imputados al patrimonio neto e ingresos imputados al patrimonio neto. Esto permite conocer la diferencia entre ingresos y gastos totales, y entre los ingresos y los gastos imputados al patrimonio neto. Esta información permite conocer la rentabilidad de la empresa a corto, medio y largo plazo.

Últimos pasos

En última instancia, se repasan las amortizaciones del inmovilizado material de la empresa, se cierran los libros contables y se practica el asiento de regularización y el asiento de cierre contable.

El cierre contable es una labor que debe dejarse en manos de especialistas, cuyo trabajo resultará más sencillo y eficiente si tienen la seguridad de que tienen a su disposición toda la información contable relevante.

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