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Qué es el asiento de cierre y cómo se realiza

Practicar el asiento de cierre marca un punto crucial dentro del año contable de cualquier empresa o autónomo. No en vano, esta anotación es imprescindible para saldar las cuentas patrimoniales abiertas y delimitar el ejercicio que termina. A continuación te explicamos en qué cosiste y cómo puedes llevarlo a cabo.

 

Qué es un asiento de cierre contable

Los asientos de cierre son la última anotación que se practica en el libro diario para finalizar el ejercicio contable. Se trata de una anotación de carácter obligatorio que cierra todas las cuentas patrimoniales integradas en el balance, dejándolas a 0.

Hagamos algunas precisiones para entender mejor este concepto:

  • No hemos de confundir este tipo de asientos con las llamadas operaciones de cierre (regularización de existencias, reclasificación de deudas, ajustes de moneda extranjera, etc.). Estas últimas son las que se realizan para lograr que la contabilidad coincida con la situación patrimonial real del negocio. El asiento que nos ocupa representa la culminación de dicho proceso.
  • El ejercicio contable tiene una duración de 12 meses, pudiendo ser inferior en supuestos excepcionales, por ejemplo, en disolución societaria. En cualquier caso, y si bien es lo más frecuente, este periodo no coincide necesariamente con el año natural.
  • Estos asientos saldan únicamente las cuentas de balance (activo, pasivo y patrimonio neto), es decir, aquellas incluidas en los grupos 1 a 5 del plan general de cuentas. Por lo tanto, excluyen las cuentas de gestión (grupos 6 y 7), que fueron previamente canceladas por el asiento de regularización.
  • Cuando llega el nuevo ejercicio contable, los datos consignados por el asiento de cierre pasan al asiento de apertura, contabilizándose a la inversa.

Cuándo se debe hacer un asiento de cierre

No todas las empresas realizan sus asientos de cierre el mismo día. No obstante, la mayoría de ellas lo hacen el 31 de diciembre. Sea como fuere, este asiento se practicará cuando finalice el último día del año contable.

Este tipo de asientos contables solo pueden llevarse a cabo una vez que se hayan contabilizado todas las operaciones de esa última jornada. Así pues, siempre irán precedidos por el asiento de regularización.

 

Para qué sirve este asiento contable

El asiento de cierre puede utilizarse para los siguientes propósitos:

  • Delimita eficazmente dos periodos contables distintos, lo que resulta muy útil a la hora de elaborar las cuentas anuales.
  • Impide que se añadan nuevas operaciones contables, por lo que es esencial para llevar a cabo el cierre contable.
  • Permite incorporar el resultado del ejercicio al balance de situación.
  • Cancela transitoriamente las cuentas patrimoniales de la empresa.
  • Cierra la contabilidad financiera de la empresa que cesa en su actividad.

Cómo se hace un asiento de cierre contable

 

Comprobaciones y ajustes previos

Antes de realizar el asiento de cierre, es necesario llevar a cabo una serie de verificaciones y ajustes para garantizar que la contabilidad refleja fielmente la situación financiera de la empresa:

  • Realizar el balance de comprobación. Sirve para asegurarnos de que los datos de la contabilidad coinciden plenamente con la información reflejada en el libro diario.
  • Revisar el cuadro de cuentas del plan general contable. Es indispensable para certificar que sus diversas áreas carecen de errores.
  • Realizar el recuento de existencias. Debe haber una coincidencia entre el número de existencias no consumidas y el que se halle en poder de la empresa.
  • Llevar a cabo una reclasificación de deudas y créditos. Consiste en recopilar todos aquellos conceptos que estén pendientes de cobro y que deberían afrontarse en el siguiente ejercicio contable.
  • Practicar los ajustes por periodificación. Implica regularizar todos los gastos periódicos y de carácter anticipado.
  • Regularizar el patrimonio neto. Esto se lleva a cabo diferenciando los ingresos y gastos imputados a dicha cuenta.
  • Computar la cuantía de las amortizaciones y sumarle el inmovilizado material de la empresa.

Practicar el asiento de regularización

Lo siguiente que habrá que hacer será cancelar las cuentas de gestión mediante el correspondiente asiento de regularización. Esta operación permitirá obtener el resultado del ejercicio (ingresos-gastos), que se refleja en la cuenta 129:

  • Si su signo es positivo, indica que se han conseguido beneficios, los cuales situaremos en el haber.
  • Si su signo es negativo, refleja que se han tenido pérdidas, debiendo colocar estas en el debe.

Practicar el asiento de cierre

Lo que se hace con los asientos de cierre es cancelar la cuenta 129. Esto se lleva a cabo anotando el saldo deudor (pérdidas) en el haber y el saldo acreedor (beneficios) en el debeAl comienzo del nuevo ejercicio, el asiento de apertura intercambiará los valores reflejados en el asiento contable de cierre.

 

Definitivamente, el asiento de cierre juega un papel decisivo dentro de la contabilidad financiera. Para practicar esta anotación sin errores ni complicaciones, apuesta por la digitalización de facturas y la app de control de gastos que te ofrecemos en Sabbatic. Prueba gratis nuestra solución o programa una demostración gratuita y comprueba todas las ventajas.