Qué son los recursos financieros y cómo gestionarlos eficientemente
Los recursos financieros son fundamentales para el crecimiento y la estabilidad tanto personal como empresarial. Contar con las herramientas adecuadas y conocer los recursos disponibles permite una mejor toma de decisiones y una gestión más precisa.
A continuación, te explicamos qué son los recursos financieros y cómo puedes gestionarlos de una manera eficiente.
Índice
Qué son los recursos financieros y por qué son importantes
Los recursos financieros de una empresa representan el importe disponible para llevar a cabo las operaciones que tiene que realizar: pagar a sus empleados, invertir en tecnología, desarrollar actividades de marketing, renovar sus instalaciones, etc.
Los recursos financieros no se limitan al dinero en efectivo, también incluyen líneas de crédito, préstamos, inversiones de socios, beneficios que no se han distribuido y cualquier otra fuente monetaria de la que se alimente la empresa.
Su importancia radica en que, gracias a ellos, es posible ejecutar las decisiones estratégicas que van a llevar a la obtención de beneficios; mejorar la competitividad y responder ante imprevistos.
De esta forma, una empresa que cuenta con unos buenos recursos financieros tiene más libertad para tomar decisiones y anticiparse a los cambios del mercado. Por el contrario, si hay una escasez de recursos o una mala gestión de los mismos, esa organización está más limitada en sus movimientos y tiene que afrontar mayores riesgos.
Tipos de recursos financieros
Los recursos financieros se dividen en dos grandes categorías: propios y ajenos. Cada uno de estos recursos tiene implicaciones diferentes en cuanto a control, coste y riesgo.
Recursos propios
Son todos aquellos que la empresa es capaz de generar internamente, o a través de sus socios o accionistas.
- Capital social. Dinero invertido en un inicio para poner en marcha el negocio.
- Reservas. Beneficios de años anteriores que no se reparten y se mantienen como respaldo financiero.
- Resultado del ejercicio. Que refleja las ganancias obtenidas en un período determinado.
Este tipo de recursos se caracterizan por no generar deuda ni intereses, lo que brinda mayor independencia operativa. Sin embargo, son limitados, porque no siempre la empresa va a tener suficientes recursos propios como para atender a todas sus obligaciones.
Recursos ajenos
Son los que proceden de fuentes externas y hay que devolver. Por ejemplo: préstamos bancarios, emisiones de bonos, leasing, créditos comerciales, etc.
Estos recursos pueden ser a corto o largo plazo, pero lo que tienen en común todos ellos son que en la mayoría de los casos implican costes financieros como el pago de intereses. En cambio, su principal ventaja es que permiten acceder a montos mayores y aumentan las posibilidades de maniobra de la empresa.
Cómo gestionar los recursos financieros de una empresa
La gestión de los recursos financieros es una de las tareas más críticas cuando se trata de asegurar la viabilidad y crecimiento de una empresa.
La gestión implica planificar, controlar, evaluar y proyectar cada movimiento de dinero con una visión estratégica. El primer paso es realizar un análisis financiero periódico para conocer la salud económica de la empresa, así como para identificar oportunidades de optimización, alertas de riesgo y puntos de mejora.
También es esencial aplicar una contabilidad financiera rigurosa. Registrar cada movimiento de forma clara para tener información confiable cuando llegue el momento de tomar decisiones. En paralelo, el control de gastos debe ser constante. Hay que revisar los contratos por si se pudieran negociar mejoras, reducir los costes innecesarios, fomentar una cultura de la eficiencia en el uso de recursos y apostar por la automatización en tareas como la digitalización de los tickets de gasto y facturas.
Por último, es importante diversificar las fuentes de financiación para que no haya una dependencia excesiva de un único canal. Esto aporta mayor flexibilidad y capacidad de adaptación ante los cambios que se den en el mercado o en la economía.
Errores comunes y cómo evitarlos
Los fallos en la gestión de los recursos financieros pueden salir muy caros, porque comprometen la estabilidad económica del negocio.
Uno de los errores más comunes es no hacer un seguimiento de la tesorería. Si no se lleva un control diario del flujo de caja, se puede producir un problema de falta de liquidez, lo que impide cumplir con las obligaciones de pago a corto plazo.
Para evitar este problema se pueden usar herramientas de gestión de efectivo y de monitorización que permitan estar al tanto en tiempo real de las entradas y salidas de dinero.
Otro error frecuente es confundir rentabilidad con liquidez. Una empresa puede tener beneficios sobre el papel, pero carecer de dinero en efectivo para operar. La solución pasa por hacer un buen análisis financiero que ayude a interpretar los datos y a que las decisiones no se basen únicamente en los resultados contables.
Un conjunto de buenas prácticas, en combinación con herramientas y plataformas de última generación, son la mejor forma de conseguir que los recursos financieros estén bien gestionados.
En resumen, los recursos financieros son el motor que impulsa la actividad de una empresa. Su correcta gestión no solo permite operar con eficiencia, sino también tomar decisiones estratégicas, afrontar imprevistos y asegurar el crecimiento sostenible del negocio. Conocer los distintos tipos de recursos, evitar errores comunes y apoyarse en herramientas tecnológicas adecuadas son claves para fortalecer la salud financiera de cualquier organización.
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