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Qué es la Ley Tributaria y cómo afecta a las empresas

En España, la Ley Tributaria es el principal pilar del sistema fiscal. La norma que regula la relación que existe entre los contribuyentes, sean personas físicas o jurídicas, y la Administración Tributaria. Conocerla y aplicarla correctamente es esencial para mantener la salud financiera de cualquier organización y evitar sanciones.

A continuación te explicamos qué es la Ley Tributaria o Ley General Tributaria y qué aspectos debes tener en cuenta como empresa.

 

Qué es la Ley General Tributaria

La Ley General Tributaria (LGT) es la norma en torno a la que se estructura y organiza todo el sistema tributario español. Se encarga de establecer las bases comunes para la aplicación de los tributos, definiendo conceptos esenciales como el hecho imponible, la base imponible, el devengo y la deuda tributaria; así como los procedimientos de gestión, inspección y recaudación.

No regula cada impuesto al detalle, ya que cada uno de ellos está desarrollado en su propia ley. Pero sí establece un marco legal homogéneo para su aplicación. Esto garantiza la seguridad jurídica tanto para los contribuyentes como para la propia Administración.

Además, esta ley establece las bases del régimen sancionador y de responsabilidad tributaria, especificando qué ocurre cuando un contribuyente incumple sus obligaciones.

 

Aspectos de la Ley Tributaria que afectan a las empresas

La fiscalidad tiene un impacto directo en la operativa diaria de las empresas. Desde la facturación hasta el cierre contable anual quedan sujetos a las leyes tributarias.

Es la LGT la que recoge la obligación de llevar los libros contables, de conservar la documentación durante un mínimo de cuatro años y la de presentar de forma periódica las declaraciones tributarias.

Uno de sus aspectos más importantes es el que se refiere al principio de autoliquidación. Con base en este, las empresas tienen que calcular y declarar sus propios impuestos (como el IVA y el Impuesto sobre Sociedades). Esto implica una gran dedicación y una importante responsabilidad, porque cualquier retraso o error puede dar lugar a que la deuda tributaria sea mayor, incluso a que se imponga una sanción.

La normativa fiscal también contempla figuras como la responsabilidad subsidiaria y solidaria, que son especialmente relevantes en el caso de las empresas. Porque, basándose en estos tipos de responsabilidad, el pago de la deuda tributaria puede acabar recayendo sobre los administradores de una persona jurídica.

Todo esto hace que un conocimiento sólido de la normativa fiscal y una correcta gestión tributaria resulten esenciales para minimizar riesgos y garantizar un adecuado cumplimiento de las obligaciones tributarias.

 

Consecuencias por no cumplir la normativa fiscal

Los contribuyentes tienen una serie de obligaciones fiscales materiales (pago de la deuda) y formales (por ejemplo la llevanza de la contabilidad) que deben cumplir en tiempo y forma. Para aquellos que no lo hacen, la Ley Tributaria regula un procedimiento sancionador.

Las sanciones de la Ley General Tributaria pueden ir desde un simple recargo por presentar una autoliquidación fuera de plazo hasta multas equivalentes al 150% de la cantidad defraudada.

Pero no solo se regulan sanciones de tipo económico. En algunos casos la infracción tributaria tiene consecuencias indirectas para la empresa como la imposibilidad de acceder a determinadas subvenciones no poder participar en licitaciones públicas. Además, cuando una empresa no ha cumplido con sus obligaciones tributarias, pierde credibilidad ante bancos, proveedores o inversores, lo que puede tener consecuencias a largo plazo.

En los casos más extremos, el impago reiterado de impuestos puede derivar en el cierre del negocio e incluso en la inhabilitación de los administradores.

No obstante, la legislación también establece mecanismos para mitigar las consecuencias de un incumplimiento. Por ejemplo, una rebaja de la sanción si se paga dentro de un determinado tiempo.

 

Cómo adaptar tu empresa a la Ley Tributaria

Para garantizar que una empresa cumple debidamente con las obligaciones fiscales, debe estar inmersa en un proceso continuo de organización, formación y prevención.

Lo primero es contar con un sistema contable riguroso que se encargue de registrar de forma correcta todas las operaciones. Además, ya sea en formato físico o digital, hay que conservar los documentos que tengan implicaciones fiscales.

También es importante que la empresa pase por auditorías internas periódicas que ayuden a detectar errores o áreas de mejora. Así como invertir en la formación y constante actualización del equipo contable y administrativos para que siempre esté al tanto de cómo interpretar y aplicar las leyes tributarias.

Junto a todo lo anterior, es esencial mantener una comunicación fluida con la Agencia Tributaria y atender a sus requerimientos con rapidez y la máxima transparencia posible.

 
La Ley Tributaria tiene un impacto directo y significativo en todas las empresas. Conocerla en profundidad y usar tecnologías que faciliten el cumplimiento de las obligaciones, se ha vuelto esencial para evitar ser sancionado. Para realizar una gestión eficiente de los gastos de empresa, ponemos a tu disposición nuestra herramienta de control de gastos con la que podrás llevar la contabilidad de todos tus gastos de la manera más eficiente. Además, podrás desprenderte de los justificantes originales con total tranquilidad ya que dispone de Digitalización Certificada homologada por la AEAT y las Haciendas Forales.

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