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Qué es un asiento de regularización y cómo se realiza

Llevar la contabilidad de forma adecuada es algo esencial para todas las empresas y puede resultar muy útil a la hora de tomar decisiones estratégicas. Saber crear correctamente diferentes tipos de asientos puede aportarnos una valiosa información sobre operaciones y resultados. En esta ocasión, hablaremos del asiento de regularización.

 

Qué es un asiento de regularización

La contabilidad implica realizar un registro de los gastos e ingresos que ha experimentado una empresa durante un determinado ejercicio económico, siempre de acuerdo con los asientos y partidas contables a las que hace referencia el Plan General de Contabilidad.

El asiento de regularización implica dejar constancia de la actividad de la empresa en materia de pérdidas y ganancias, es decir, de resultados.

Su propósito principal es corregir errores y ajustar cuentas, a fin de que los registros contables reflejen de la forma más precisa posible la situación financiera que tiene la entidad en un momento dado.

De forma más técnica, lo que se hace en el asiento de regularización de ingresos y gastos es reflejar en la cuenta del grupo 129 si ha habido ganancias o pérdidas, indicando las cuentas del Grupo 6 y 7 que tengan un saldo inverso.

Si el saldo obtenido es acreedor, eso quiere decir que la empresa ha logrado beneficios contables o un EBITDA positivo. Si es un saldo deudor, la empresa está en pérdidas.

 

Cuándo es necesario realizar un asiento de regularización

Este tipo de asiento se lleva a cabo cuando llega el final de un período contable, lo que normalmente suele coincidir con el final del año fiscal. Saber si ha habido ganancias o pérdidas es algo esencial para hacer frente a un cierre contable.

El asiento de regularización es el penúltimo asiento que se practica en el libro diario, justo antes del asiento de cierre del ejercicio. Para poder realizarlo es necesario esperar a que todos los ingresos y los gastos estén debidamente contabilizados.

Para entenderlo mejor, es importante tener en cuenta que el ciclo contable sigue los siguientes pasos:

  • Al inicio del ejercicio: inventario, balance inicial y asiento de apertura.
  • Durante el ejercicio: asientos de gestión y balance de comprobación.
  • Al final del ejercicio: asiento de regularización, asiento de cierre y cuentas anuales.

Qué son las cuentas de regularización

Las cuentas de regularización son cuentas temporales que se emplean para llevar a cabo ajustes y correcciones al final del período contable. Su objetivo es garantizar que los estados financieros reflejarán, con la mayor precisión posible, la situación financiera real de la empresa, ajustándose así a la legalidad.

Una vez realizados los ajustes necesarios, los resultados de estas cuentas se trasladan a los estados financieros finales.

Los ajustes pueden variar según las necesidades específicas de cada empresa, pero hay una serie de factores que se contemplan de forma habitual al hacer un asiento de regularización.

 

Corrección de errores

Se corrigen registros contables incorrectos y las omisiones de transacciones. Lo que se busca es que la contabilidad se ajuste totalmente a la realidad del negocio.

 

Reconocimiento de ingresos y gastos

Estas cuentas recogen ingresos y gastos producidos a lo largo del período contable, pero que todavía no se habían registrado. Por ejemplo, si una empresa vende un producto en diciembre y no lo ha cobrado, se registraría un ingreso devengado en su cuenta de ingresos de regularización.

 

Ajustes de inventario

En caso de existir diferencias en el inventario final del periodo, se utilizan estas cuentas para ajustar el valor del stock y que coincida con la cantidad real de mercancías almacenadas. Así se consigue que el balance refleje de forma precisa el valor de los activos y los costos de los bienes vendidos.

 

Impuestos diferidos

Las cuentas de regularización registran impuestos que se van a pagar o recuperar en el futuro.

 

Cómo realizar la regularización de ingresos y gastos

Para llevar a cabo la regulación de ingresos y gastos garantizando que cualquier asiento contable del ejercicio sea exacto, es necesario seguir una serie de pasos:

 

Identificar las cuentas

Hay que tener a mano las cuentas del Grupo 6 sobre compras y gastos, las del Grupo 7 sobre ventas e ingresos, y también la cuenta 129 que se refiere al resultado del ejercicio.

A continuación, se llevan a cabo dos asientos en el libro diario. El asiento 1 reflejará la cuenta 129 en el Debe y las cuentas del Grupo 6 y 7 que tengan saldo deudor quedarán recogidas en el Haber.

En el segundo asiento, en el Debe se registran las cuentas del Grupo 6 y 7 que tengan saldo acreedor, y en el Haber la cuenta 129.

 

Saldar las cuentas

Se anota el saldo de cada cuenta en el lado en el que la suma es menor para igualar el Debe y Haber y que el saldo sea cero.

 

Cerrar las cuentas

Las cuentas de los Grupos 6 y 7 se trasladan a la cuenta 129 y se cierran las cuentas del libro mayor. Con ellas se hará el asiento de cierre en el libro diario.

 

Regularización

Se procesa la información y se determina el saldo final del ejercicio.

 

El asiento de regularización es uno de los más importantes a la hora de cuadrar las cuentas de la empresa y conocer su progresión. Para realizar correctamente este tipo de siento es esencial llevar un control de gastos exhaustivo dentro de la empresa.

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