ROE y ROA: Qué son y por qué son importantes en una empresa

ROE y ROA son dos indicadores financieros imprescindibles que sirven para medir la eficiencia de la empresa a la hora de utilizar sus recursos y su rentabilidad. El primero se centra en cómo una organización utiliza sus activos para obtener ganancias, mientras que el segundo es basa en la forma en la que se está generando valor para los accionistas, pero ambos son igualmente importantes.

En el siguiente artículo, veremos en detalle que es el ROE y el ROA y su importancia en la gestión financiera de una empresa.

 

Qué es el ROE

Para llevar a cabo el análisis financiero de una empresa hay que tener claro qué es el ROE y el ROA. El primer término, hace referencia el retorno sobre el patrimonio o retorno sobre el capital propio, en inglés, return on equity.

Este indicador de gestión financiera mide la rentabilidad de una empresa en relación con el capital aportado por los accionistas. Dicho de forma más sencilla, permite ver si la empresa está utilizando de manera efectiva el dinero de los socios para generar ganancias.

El ROE sirve para que los accionistas puedan evaluar la rentabilidad de su empresa, pero también ayuda a comparar una entidad con otra o con sus resultados históricos. Además, es una herramienta muy útil para evaluar la gestión y comprobar si se están utilizando los fondos de los accionistas de forma eficiente.

Fórmula del ROE

Para calcular el ROE, deberemos aplicar la siguiente fórmula:

ROE = (Beneficio neto / Patrimonio neto) x 100

• Patrimonio neto: diferencia que existe entre los activos totales y los pasivos totales de una empresa.
• Beneficio neto: ganancia que consigue la empresa una vez deducido el coste asociado a la venta.

Interpretación del ROE

Calcular el ROE ayuda en la toma de decisiones y, por eso, es fundamental saber interpretarlo.

Un ROE alto implica que la empresa genera una buena proporción de beneficios en relación con el capital que han invertido sus socios. Por tanto, se deduce que se está usando de manera eficiente el importe de los accionistas.

Cuando el ROE es bajo, es sinónimo de que la empresa no está generando suficientes beneficios en relación con el capital invertido.

Qué es el ROA

ROA es el acrónimo de return on assets, que es el retorno sobre los activos. Este indicador financiero se encarga de medir cómo de eficiente está siendo una empresa a la hora de utilizar sus activos para generar ganancias a partir de ellos. Es decir, cómo utiliza sus recursos para obtener beneficios.

Sirve para evaluar la eficiencia de una empresa en comparación con otras, e incluso con sus propios resultados históricos. También es un dato útil para inversores y analistas, ya que les ayuda en sus procesos de toma de decisiones. Por otro lado, permite a las empresas identificar áreas que pueden mejorar su eficiencia y rentabilidad.

Fórmula del ROA

Para calcular el ROA, deberemos aplicar la siguiente fórmula:

ROA = (Beneficio neto / Activo total) x 100

• Beneficio neto: ganancia que consigue la empresa una vez deducido el coste asociado a la venta.
• Activo total: valor conjunto de todos los bienes y derechos de la empresa.

Interpretación del ROA

Si el ROA es alto, quiere decir que la empresa está obteniendo una buena cantidad de beneficios en relación con el tamaño que tienen sus activos, lo que sugiere que está empleando sus recursos de una manera eficiente.

Por el contrario, un ROA bajo implica ineficiencia en el uso de recursos o que la entidad está afrontando problemas de rentabilidad.

La importancia del ROE y ROA en la gestión financiera

Tanto el ROE como el ROA están estrechamente relacionados con el umbral de rentabilidad, es decir, con el nivel mínimo de rentabilidad que debe tener una empresa para poder cubrir todos los costes y generar beneficios. La situación ideal es aquella en la que tanto el ROE como el ROA están por encima del umbral de rentabilidad.

Al margen de esto, estos indicadores resultan esenciales para obtener algunos indicadores especialmente relevantes para la gestión financiera de una empresa.

Evaluar el desempeño de la empresa

Permiten conocer más a fondo cómo se están utilizando los recursos que la empresa tiene a su disposición.

Comparar con la competencia

Comparar los ratios de una empresa con los de sus competidores en el sector puede resultar de gran ayuda para comprobar si esta está funcionando mejor o peor de la media del mercado.

Tomar decisiones

La información que aportan estos indicadores es útil para tomar decisiones estratégicas como invertir o no en nuevos proyectos, si hay que reducir costes o ajustar la estructura de capital.

Atraer inversores

Cuando el retorno sobre activos y el retorno sobre el capital son altos, resultan una buena carta de presentación y pueden ser muy útiles a la hora de atraer inversores. Indican que la empresa es rentable y que está generando valor para sus accionistas.

  
El ROE y ROA permiten estar al tanto de la salud financiera de una empresa. Al conocer y entender estos indicadores, los gestores pueden tomar decisiones informadas que ayuden a mejorar la eficiencia y la rentabilidad del negocio. No obstante, para poder calcularlos, es imprescindible llevar la gestión de los gastos de manera eficiente.

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