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¿Qué es el cash flow o flujo de caja?

El flujo de caja es también conocido popularmente por su término anglosajón cash flow. Es un indicador muy importante a la hora de determinar la salud financiera de cualquier empresa. Por ello, es esencial saber qué es el cash flow, sus tipos y utilidades, así como el mejor método para calcularlo de forma efectiva.

 

Qué es el cash flow

Dentro de la contabilidad de una empresa, definimos el cash flow o flujo de caja como la capacidad que tiene un negocio para hacer frente a sus gastos. Por lo que hace referencia a su liquidez. Una empresa con buenos resultados puede tener fondos bajos, algo que podemos medir gracias al cash flow. Por ello, es un indicador de gran importancia.

También denominado flujo de tesorería o flujo de efectivo, nos ofrece información a la hora de medir la salud económica de cualquier empresa. Esto es clave de cara a tomar decisiones que impliquen inversiones o desembolsos importantes. El balance de situación no indica información veraz sobre la capacidad de pagos futuros de la empresa. Para ello, necesitamos realizar el cálculo del cash flow para ello.

 

Para qué sirve calcular el flujo de caja

La realidad nos dice que este indicador tiene ciertas limitaciones, puesto que la situación financiera de una empresa tiene influencias de múltiples factores, pero sirve como un gran reflejo de lo que podría pasar en un futuro. Básicamente, su función principal consiste en mostrar los posibles problemas de liquidez de un negocio, detectando con antelación una posible bajada en la rentabilidad.

Por otro lado, también tiene bastante utilidad cuando la empresa quiere desempeñar una inversión, ofreciendo una perspectiva sobre su viabilidad desde el punto de vista financiero, especialmente a medio y largo plazo. Por último, también suele utilizarse el cash flow como una de las variables que afectan en la medición del crecimiento de una compañía.

Para conseguir una mayor eficiencia en el campo financiero, es recomendable combinar indicadores de este tipo con algún software especializado que permita automatizar los procesos y optimizarlos. Con Sabbatic podrás digitalizar tus procesos de gestión de notas de gasto o hojas de gasto. Simplificando notablemente las tareas del departamento contable y financiero.

 

Tipos de cash flow o flujos de caja

Antes de pasar a explicar cómo calcular el cash flow, es importante saber los tres tipos principales que existen en la actualidad, y las implicaciones y características de cada uno de ellos. Es fundamental puntualizar que muchas empresas pueden necesitar el uso de todos los tipos, ya que realizan las actividades correspondientes para su cálculo.

 

Cash flow en actividades de financiación

Su cálculo depende directamente de las actividades relacionadas con la financiación dentro de la empresa, teniendo en cuenta aquellas que afecten directamente al capital de la misma. Siempre y cuando estas actividades produzcan alteraciones en las deudas y el capital acumulado, tendrán influencia en la liquidez futura del negocio.

 

Cash flow en actividades de explotación

En este caso, depende de los ingresos de efectivo generados en el día a día, gracias a las actividades principales de venta a las que se dedica la empresa. Todas aquellas que consistan en la prestación de servicios o la venta de productos afectan directamente al resultado en este tipo de flujo de caja.

 

Cash flow en actividades de inversión

También se puede calcular el flujo de caja en un negocio que realice inversiones de todo tipo, siempre y cuando estas generen flujos en la tesorería. Es muy importante en este tipo de empresas, puesto que acostumbran a tener gastos bastante elevados que pueden causar problemas si no se gestiona bien la economía.

 

Cómo calcular correctamente el cash flow

Ahora que conoces las características, funciones, ventajas y tipos, es el momento de pasar a ver la fórmula del cash flow. Pese a lo que pueda parecer, el cálculo de este indicador es bastante sencillo, y solo tendremos que aplicar lo siguiente:

Cash flow o flujo de caja = beneficios netos + provisiones + amortizaciones

Esta fórmula se debe a que, para obtener información útil sobre la liquidez de la empresa, necesitamos incluir aquellos factores que representan una reducción en el activo de la empresa. Para saber si la empresa tendrá capacidad de pago futura, deberemos tener en cuenta el dinero del que no podrá disponer en ese momento.

En esta fórmula, el principal inconveniente lo podemos encontrar con la conocida regla del devengo. Es la que nos dice que los beneficios contables o el EBITDA no deben considerarse tesorería (cuando realmente sí se tratan con tal consideración). Asimismo, no todas las facturas cobradas implican que el dinero se encuentre actualmente disponible para la empresa, puesto que muchas se pagan con posterioridad.

 

Sabiendo qué es el cash flow y todo lo que implica, podemos comprender por qué muchas empresas lo utilizan en el día a día para medir su salud financiera. Para medir estos indicadores, es muy recomendable contar con algún software que nos ayude en este proceso. En Sabbatic ponemos a tu disposición nuestro software de digitalización certificada de tickets y facturas con el que podrás automatizar todo el proceso y evitar posibles errores por la inserción manual de información. Prueba ahora nuestra solución por 30 días totalmente gratis.