Cómo calcular la productividad global de tu empresa
Para las empresas, resulta fundamental estar al tanto de cómo está siendo su gestión y su desempeño económico. A fin de obtener esta información, se pueden utilizar diferentes indicadores, y uno de los más importantes es el de productividad global.
Revisando estas cifras, podremos conocer el estado de salud de un negocio en tiempo real y tomar decisiones que ayuden a conseguir una mejora continua.
A continuación, veremos que es concretamente la productividad global de una empresa y cómo podemos calcularla.
Índice
Qué es la productividad global de una empresa
Mejorar la productividad es uno de los objetivos básicos que persiguen todas las organizaciones, entendiendo la productividad como la capacidad de hacer más con un menor consumo de recursos.
La productividad global es una fórmula que nos permite conocer el nivel de eficiencia de la empresa, analizando cuántos beneficios se obtienen con la venta de productos o servicios y cuántos recursos se destinan a la producción o prestación de los mismos.
Un alto nivel de productividad global implica que la empresa está utilizando sus recursos de una manera eficiente, lo que le lleva a obtener mayores beneficios y a ser más competitiva en el mercado.
Cómo calcular la productividad global
La productividad de una empresa se puede calcular de manera diferente en función del tipo de industria de la que se trate y de los factores específicos a evaluar. No obstante, existe una fórmula de la productividad global que se utiliza con carácter general:
Productividad global = Producción obtenida / factores de producción utilizados
En esta fórmula, la producción obtenida hace referencia a los ingresos que se han derivado de la venta de bienes o servicios, mientras que los factores de producción utilizados son los recursos que se han consumido para poder producir.
Para realizar el cálculo, es necesario conocer de forma precisa cuál es la cantidad obtenida por las ventas y cuántos recursos se han consumido, así como su coste; información que se puede extraer de la cuenta de pérdidas y ganancias, que recoge la diferencia entre los ingresos y los gastos.
En la parte de ingresos se recogen los datos relativos a las ventas de bienes y servicios, y en la de gastos se recopilan los gastos realizados para situar el bien en el mercado y los gastos estructurales.
Aunque la fórmula parece sencilla, el cálculo no siempre lo es, porque resulta complicado conocer con total exactitud los diferentes factores cuantificables, especialmente los de carácter intangible. Habría que realizar un análisis muy detallado de todos los factores de producción, teniendo en cuenta costes fijos, variables, impuestos, inversiones, etc.
Cuáles son los resultados más óptimos y cómo analizarlos
Para entender que la empresa es rentable, el indicador debe ser positivo y situarse por encima de 1. Si el resultado de la producción global está por encima de 1, los ingresos obtenidos con la venta del producto o la prestación de servicios superan al coste de producción.
En caso de que el resultado sea igual a 1, estamos en una situación en la que los ingresos obtenidos son exactamente iguales al coste de producción. Existe aquí la necesidad de adoptar medidas urgentes para aprovechar mejor los recursos y conseguir que, en un futuro a corto plazo, el factor de producción global esté por encima de 1.
Cuando el resultado está por debajo de 1, significa que los beneficios obtenidos son inferiores al coste de producción. Es decir, que la empresa está ofreciendo productos o servicios que son deficitarios para ella, ya que le cuesta más su producción que lo que gana con su venta.
El objetivo es que el factor de producción global esté lo más alto posible.
Ventajas de medir la productividad global de tu empresa
A pesar de que el cálculo de este indicador reviste alguna dificultad, conocer el factor de productividad global es especialmente útil para:
Ayudar a identificar ineficiencias
Este indicador pone de relieve aquellas áreas de la empresa en las que los recursos no se están utilizando de una manera eficiente. Y, una vez que se conoce esta información, se pueden tomar medidas para mejorar los procesos.
Facilitar la optimización de recursos
Para hacer el cálculo, tenemos que conocer el consumo de recursos fundamentales como mano de obra, tiempo, materiales y capital. Un análisis en profundidad de esta información y la detección de ineficiencias permite hacer una mejor asignación de los recursos y reducir los costes de producción.
Establecer metas y objetivos realistas
Al conocer su índice de productividad, las empresas están mejor capacitadas para establecer objetivos y metas realistas que se puedan alcanzar en un plazo de tiempo razonable. Algo que, a su vez, también ayudará a la hora de tomar decisiones informadas.
Ganar competitividad en el mercado
Las empresas más productivas tienen mayores ventajas en el mercado, ya que pueden ajustar sus precios y ser más competitivas con la seguridad de no tener pérdidas.
El factor de productividad global es, en definitiva, un indicador esencial para saber si la empresa es rentable, por lo que es aconsejable tenerlo siempre presente.
Dado que para calcularlo es importante conocer los gastos asociados de forma directa e indirecta con la producción, contar con una herramienta de digitalización de gastos como Sabbatic puede ser de gran ayuda. Al disponer de información en tiempo real, la empresa puede llevar un control de gastos exhaustivo y eficiente evitando cualquier tipo de error por la inserción manual de información.
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