Qué son las retenciones en nómina y cómo se calculan

A la hora de hablar de la remuneración que se percibe por un trabajo, hay que diferenciar entre salario bruto y salario neto. El bruto es la remuneración total, mientras que el neto es la cantidad líquida que realmente se cobra. La diferencia entre una cantidad y otra se debe a la aplicación de las retenciones en nómina.

A continuación veremos, en detalle, qué son las retenciones en nómina y cómo se calculan.

Índice

Qué son las retenciones en nómina

Son deducciones que se llevan a cabo sobre el salario de un trabajador, antes del abono del mismo. Estas deducciones tienen un carácter obligatorio y se llevan a cabo para cumplir con obligaciones fiscales y de Seguridad Social.

Las deduce el empresario sobre el salario bruto de su empleado, constan expresamente en la nómina y se realizan mes a mes. Al descontar la retención en nómina del salario bruto, se obtiene el sueldo neto de un empleado. Puesto que las retenciones aplicadas son diferentes en cada caso concreto, esto puede hacer que dos empleados con el mismo salario bruto acaben percibiendo un salario neto diferente.

Qué retenciones hay en una nómina

A la hora de calcular las retenciones en nómina, es importante saber que son dos, IRPF y Seguridad Social.

Retención por IRPF

El impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) grava la obtención de renta. Mediante la retención, el empleador retiene una parte de la ganancia del trabajador y lo ingresa directamente en Hacienda a cuenta del IRPF que ese empleado tiene que pagar.

Cuando llega el momento de presentar la declaración de la renta, lo que se hace es evaluar si lo que ya se ha pagado a través de esas retenciones en nómina es suficiente. Si resulta ser suficiente, no hay que pagar nada más y tampoco se recibe una devolución.

En caso de que la retención haya sido inferior a la que correspondería, el contribuyente tendrá que pagar la diferencia, pero, si resulta que se le ha retenido más de lo que le tocaba, Hacienda le devolverá dinero.

A la hora de realizar la contabilidad financiera, es importante tener en cuenta que las retenciones por IRPF dependen tanto de los rendimientos que percibe cada empleado como de su situación personal y familiar. Por tanto, habrá que hacer ajustes si, por ejemplo, tiene una discapacidad o hijos menores de 3 años, entre otros factores.

Retención de Seguridad Social

Además de para pagar de forma adelantada el IRPF, las retenciones en nómina también sirven para costear el sistema de Seguridad Social. La mayor parte de la cotización de los empleados es abonada por las empresas, pero también se detrae una parte de la nómina de los asalariados para cubrir los seguros sociales.

De nuevo, en este caso, puede haber diferencias entre unas personas y otras. Por ejemplo, una persona con una discapacidad reconocida disfruta de bonificaciones en su cotización. Además, es fundamental tener claro a qué grupo de cotización pertenece cada asalariado, para saber cuánto es lo que tiene que pagar.

Cómo calcular las retenciones en la nómina

Para saber cuánto hay que retener en cada nómina, se tienen en cuenta las circunstancias particulares de cada empleado:

Calcular la retención por IRPF

En este caso vamos a tener en cuenta:

Salario bruto anual: Mientras más alto sea, más deducción se aplica. Esto se debe a que el IRPF es un impuesto progresivo que va en aumento según los ingresos que percibe el trabajador.
Grado de discapacidad: Se retiene más o menos en función de si el grado de discapacidad reconocido es igual o superior al 33 %, o igual o superior al 65 %.
Situación familiar: Se tiene en cuenta, número de hijos o personas dependientes a su cargo.
Lugar de residencia: Para los residentes en Ceuta y Melilla hay unas deducciones especiales.
Tipo de contrato: Por ejemplo, los contratos temporales tienen una retención del 2%, aunque su sueldo bruto sea el mínimo.

Calcular la retención Seguridad Social

Para calcular la cotización a la Seguridad Social, primero se debe calcular la base de cotización, que viene determinada en función del grupo de cotización al que pertenece el empleado. Después, sobre esa cantidad se aplican una serie de retenciones:

4,70 % para cotización por contingencias comunes.
Entre 1,55 % y 1,60 % por cotización por desempleo. La cifra exacta depende del tipo de contrato de trabajo, de si es indefinido o de duración determinada.
0,10 % para formación profesional.
4,70 % en caso de haber realizado horas extraordinarias.
2 % si se han hecho horas extra de fuerza mayor.

En todo caso, los empresarios están obligados a calcular y aplicar las correspondientes retenciones en nómina, efectuando después su ingreso en la Agencia Tributaria o en la Seguridad Social, según corresponda. Si el empresario incumple esta obligación, y hay una inspección de Hacienda, la responsabilidad se le exigirá a él, no al empleado.

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